Donald Holder es el Iluminador encargado de darle luz al
musical de El Rey León. Es un diseñador de iluminación estadounidense de
teatro, ópera y danza, nominado para doce premios Tony, ganando el Premio Tony
de 1998 al Mejor Diseño de Iluminación, así como el Premio Drama Desk al Mejor
Diseño de Iluminación para El Rey León entre otros muchos a raíz de su carrera.
En la siguiente charla TEDX Donald Holder habló sobre su
profesión pero destaca en el segundo 0:47 una de las frases de su mentor
Jennifer Tipton:
“My mentor
said 99% of the audience and perharps humanity is unaware of the ligthting but
a hundred percent is affected by it”
“Mi mentor dijo que el 99% de la audiencia y la humanidad no
se da cuenta de la luz, pero un cien por ciento se ve afectada por ella”
En el año 2012, entre otros muchos premios, El Rey León se
llevó en los premios del teatro musical el de mejor Diseño de Iluminación.
El musical del Rey León fue una de la primera gran
producción a la que acudí, y por supuesto que me llamó la atención todos los
detalles de la obra pero fui capaz de darme cuenta de la importancia de la
iluminación y cómo esta puede guiarte y hacerte sentir y ver lo que el director
e iluminador quieren sin darte cuenta.
Es conocida por todos esta historia y aquí podemos ver lo
importante de la iluminación para darle sentido a cada una de las escena:
Este primer vídeo hace referencia al comienzo y con ello el
amanecer de un nuevo día en la selva. Para ello es necesario pasar de la noche,
un ambiente oscuro, solo iluminado por unas pequeñas parte de luz azulada
relacionadas con la luz que proviene de la luna y un foco aislando al personaje
principal de la escena para darle la importancia necesaria, a un amanecer, en
el segundo 30, donde predominan las
luces cálidas del sol naciente. Poco a poco el clima en el escenario cambia de
manera radical. Por ejemplo, en el 1’30’’ se aprecia la diferencia entre las
luces cálidas de la escena con el foco blanco sobre Rafiki. Aquí, las funciones
de ambas son diferentes, en una crea una
ambiente y lugar para que el espectador se sitúe y el segundo llama la atención
del mismo.
Esta escena ocurre completamente en la noche, gracias a la
iluminación que forma parte del decorado generando estrellas y los dos focos
sobre los dos personajes principales (Mufasa y Simba) la escena está
perfectamente planificada en este campo. En el segundo 40 las luces son suaves
para ambos personajes. Comienza una acción que por lo que sabemos por
conocimiento de la historia no conlleva tensión pero si es importante para el
personaje principal (Simba) cuándo éste crezca. En cambio, una vez que los dos
personajes se unen más, esa unión simbólica tan importante antes mencionada
(min 1:48) hay solo un foco para ambos y con una luz más fuerte. Para finalizar,
un suave apagado de todas las luces consigue dejar el teatro a oscuras.
Escena trágica de la obra. Para conseguir dicha tensión la
iluminación debe correr un papel muy importante y se puede ver en el vídeo
subido. Ya desde el segundo 10 los cambios de luces, las que aparecen y desaparecen
y los tonos rojizos son claros ejemplos de la creación de angustia, peligro y
tensión. En el momento en el que el pequeño descubre la muerte de su padre,
minuto 2:20, las luces han dejado de parpadear pero el color rojizo sigue en
escena tras ellos.
En esta última escena a analizar, el paso temporal es muy
importante. Por una parte el paso del día, desde un amanecer rojizo (0:5), el paso
del día (4:30) y un atardecer verdoso, frío (minutos 7). Pero además también es
importante señalar que simbólicamente representa el paso de los años ya que al
final con un contraluz el niño desaparece y aparece el adulto (min 6:40). La
escena termina con los personajes totalmente en sombra.
WEBGRAFÍA
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